En 2007, nuestros clientes compraron una casa de vacaciones en Benalmádena y contrataron una hipoteca a través de Cajasur. El préstamo tenía una cláusula suelo insertada en la escritura de hipoteca, que el banco no reveló abiertamente.
Como los tipos de interés bajaron tras el crack financiero de 2007/8, nuestros clientes acabaron pagando bastante más por sus cuotas hipotecarias mensuales. Se presentó una reclamación que dio lugar a una oferta de más de 6.000 euros.
Posteriormente presentamos una reclamación porque nuestros clientesse vieron obligados a correr con todos los gastos de apertura de su hipoteca, cuando lo único que deberían haber pagado era el 50% de los honorarios del notario. Para cubrir estos gastos, normalmente necesitamos ver las facturas pagadas del notario, el registro, la gestoría y la tasación.
En este caso, los clientes no pudieron localizar la información, pero por suerte habían conservado una copia del extracto de apertura de cuando se constituyó su hipoteca. Esto mostraba claramente que todos los gastos mencionados se habían pagado a través de su cuenta bancaria y permitió a nuestros abogados recuperar otros 1.350 euros.